Desde AMEF saludamos al año 2013. Y lo hacemos con cierta preocupación por las
problemáticas que se avizoran y que advierten tensión, polarización y
conflictividad social. Entre éstas:
- - La continuación de la explotación minera.
- - La incertidumbre de la aprobación de la Ley de Desarrollo Rural.
- - La imposición del Bachillerato con orientación en educación frente a la carrera magisterial.
- - La creación del Acuerdo Gubernativo 370-2012 en donde no se reconoce los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos –CIDH- en casos ocurridos antes de marzo de 1987, lo cual podría beneficiar a personas como Efraín Ríos Montt, así como el caso Sepur Zarco, un destacamento militar en el Valle del Polochic, Alta Verapaz, donde 15 mujeres fueron violadas sistemáticamente, entre 1982 y 1986.
Con estos temas, salen a la luz las ideas
de fondo que están generando conflicto y
reacción:
- El irrespeto a la naturaleza y a las consultas populares a los pueblos afectados.
- La desigualdad y pobreza que se vive en el país, particularmente en el área rural.
- La negación del derecho a una educación de calidad centrada en lo humano.
- El ataque a la reconstrucción de la memoria histórica y la ausencia de justicia a las víctimas y sobrevivientes del conflicto armado interno.
En este panorama, tampoco se pueden dejar
a un lado situaciones como las campañas políticas que ya empezaron a hacerse,
la reconstrucción de San Marcos por el terremoto, las nuevas reformas tributarias.
Frente a esto, la mirada feminista nos
lleva a un ejercicio crítico de reflexión sobre el lugar de las mujeres en el
mundo y el impacto que tienen estas problemáticas
en nuestras propias vidas, desmontando la “supuesta neutralidad” o el
pensamiento androcéntrico de que las mujeres las viven de igual manera que los
hombres.
¿Cómo está impactando la explotación
minera, la Ley de Desarrollo Rural, la suspensión de carrera magisterial y la
creación del Acuerdo Gubernativo 3170-2012 a las mujeres? ¿Qué efectos tienen
para las mujeres indígenas, no indígenas, del área urbana, del área rural, de
diversas clases sociales? ¿De qué forma afecta a las niñas, jóvenes, adultas y
ancianas?
Visibilizar la condición, posición y
situación de las mujeres es un punto de partida. Para esto, el enfoque de género es clave, no
como un mero instrumento, sino recuperando su esencia política desde el
feminismo. Como dice la maestra Patricia
Castañeda: “Hay que recuperar la
perspectiva de género, no como recurso técnico, sino como heurístico.” Esto nos permite repensarnos como mujeres en
un momento histórico y contexto determinado en este inicio de año y proyectar
la forma en que nos afectan estas problemáticas. ¡Se trata de potenciar el análisis social
desde nuestros propios ojos!
En este
2013, desde AMEF reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres: el
derecho a la vida digna, a ser escuchadas, a la salud integral, al
reconocimiento y dignificación del trabajo, a la educación formal y alternativa, al reconocimiento de los saberes
culturales, la participación social y
política, la justicia y la diversidad
étnica.
¡Reflexión para la acción feminista!
Guatemala, enero 2013.
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