jueves, 15 de diciembre de 2011

Manifiesto Feminista: Noviembre 2011

Las caracolas exigimos se garantice el derecho a una vida libre de violencia

La erradicación de la violencia contra las mujeres en sus múltiples formas y dimensiones es una demanda del movimiento feminista y de mujeres en el mundo. La importancia de atender esta problemática social radica en que la violencia constituye un mecanismo utilizado históricamente para perpetuar las relaciones desiguales y de poder patriarcal, una forma de garantizar el control y la subordinación de las mujeres, pero también de todas aquellas personas que se encuentran en una posición de vulnerabilidad en nuestras sociedades.

Cada 25 de noviembre desde hace 30 años, mujeres y hombres conscientes alrededor del mundo denuncian públicamente la violencia contra la población femenina, exigiendo que se garantice nuestro derecho a tener una vida libre de este flagelo y haciendo un llamado para que como humanidad podamos convivir en paz, en armonía, de manera respetuosa y en pleno goce de nuestros derechos y libertades.

La conmemoración del "Día de la No Violencia contra las Mujeres" fue propuesta por la delegación de la República Dominicana durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Colombia en 1981. Uno de los motivos fue que no quedara en el olvido el cruel asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, ocurrido el 25 de noviembre de 1960, en el marco de la dictadura de Leónidas Trujillo. Pero también, para que no se olviden ni queden impunes las miles de muertes de mujeres que ocurren cotidianamente producto de la violencia patriarcal.

En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) decide incluir esta fecha en su calendario como el Día de "No más violencia en contra de las mujeres". A partir de la iniciativa feminista desde hace tres décadas, producto del genuino sentir y vivir de mujeres valientes, las luchas y acciones que se vienen realizando frente a la violencia contra la población femenina han ido cobrando cada vez más importancia y visibilidad, ante una realidad de tal magnitud e impacto que ya no es posible ocultar y silenciar.

Es un tipo de violencia que se expresa en múltiples formas, como violencia intrafamiliar sea física, psicológica, económica; como acoso, agresión y comercio sexuales, como asesinatos. Los femicidios representan el tipo de violencia más extrema contra las mujeres. El que estos sean considerados como "normales", de menor importancia o que sean asociados con la violencia generalizada, es producto de la naturalización histórica de la subordinación de las mujeres, es decir el hecho que ellas sean consideradas como ciudadanas de segunda categoría.

Como en el mundo, en Guatemala la presión y denuncia que durante años han mantenido diversas expresiones de mujeres a través de acciones de incidencia han contribuido a visibilizar las agresiones contra la población femenina por diferentes medios. Asimismo, han favorecido el impulso de un marco jurídico e institucional para enfrentarla. También ha favorecido, la construcción de alianzas nacionales e internacionales al posibilitar el desarrollo de iniciativas colectivas con un mayor impacto.

Sin embargo, a pesar de todos estos valiosos esfuerzos es necesario continuar la lucha y la sumatoria de nuevos actores y actoras, así como de iniciativas y acciones para defender los avances, garantizar la aplicación del marco jurídico y el funcionamiento efectivo de la institucionalidad creada, así como desarrollar estrategias que permitan establecer nuevas relaciones en nuestra práctica cotidiana.

Continuidad de la lucha feminista ante la continuidad del patriarcado y los fundamentalismos

En lo que va de este año, se han reportado alrededor de 50 mil denuncias de violencia intrafamiliar y cerca de 700 casos de asesinatos de mujeres, según cifras que se manejan oficialmente en base a registros de la institucionalidad de seguridad y justicia. Ante estos números resulta irónico que después de tres años de vigencia de la Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de violencia en contra de la Mujer (Decreto 22-2008), a pesar del respaldo internacional y nacional que la misma tiene, tengamos que salir en su defensa, justificar y argumentar respecto de su importancia y validez.

Cabe destacar que dicha ley, ha proporcionado un marco regulatorio para juzgar y condenar a quienes ejercen violencia contra las mujeres y/o cometen femicidios, estando en concordancia con las convenciones e instrumentos internacionales en favor de los derechos de las mujeres que han sido ratificados por el Estado guatemalteco. Es de valorar que la misma se ha ido aplicando y que hay operaciones de justicia que han estado a cargo de procesos que han llegado a sentencias condenatorias bien fundamentadas en ley.

En el mes de agosto 2011, los abogados de Quetzaltenango, Romeo Silverio González Barrios, Paulo Saúl López Reyes y Danilo de León Pleitez plantearon una acción de inconstitucionalidad de carácter general parcial contra los artículos número 5, 7 y 8 de dicha ley, los cuales tienen relación con la acción pública, la violencia contra la mujer y violencia económica, respectivamente, acción contenida en el expediente 3009-2011, admitido por la Corte el día ocho de ese mes.

A pesar de que nuestro Estado es laico, es decir que existe una separación entre éste y las iglesias, los abogados incluyeron dentro de su planteamiento argumentos de tipo religioso respecto de la familia, del matrimonio y el origen de la violencia. El Estado está obligado constitucionalmente a garantizar la vida y la dignidad de las personas, por lo que los delitos de violencia contra las mujeres son de acción pública, no de índole privada como han pretendido argumentar dichos abogados, al cuestionar que sea deber del Estado su persecución.

Asimismo, han sostenido que dicha ley violenta la igualdad jurídica, cuando la interpretación que tanto la Corte de Constitucionalidad como la Corte Interamericana de Derechos Humanos han dado a dicho principio es el de otorgar un tratamiento razonablemente igual a quienes se encuentren en igualdad de circunstancias y reconociendo que situaciones distintas sean tratadas desigualmente, conforme a sus diferencias, que es le caso de las mujeres por su condición y situación como tales.

Es importante resaltar que durante la visita de la Vista Pública realizada, se mostró la inconsistencia jurídica de la inconstitucionalidad planteada por los abogados. Las argumentaciones de la Fiscal General del Ministerio Público, Claudia Paz y Paz; y de Fabiola Ortiz, representante de la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres (CONAPREVI), evidenciaron dicha debilidad.

El incremento de las denuncias y muertes, y hechos como la referida acción de inconstitucionalidad nos demuestran que aún falta mucho por hacer de cara a la problemática de la violencia contra las mujeres, que el patriarcado y los fundamentalismos siguen presentes, siendo capaces de impulsar retrocesos en conquistas que han tomado décadas de lucha.

Frutos de la lucha feminista

Si bien tenemos mucho por hacer como sociedad frente a la violencia, que constituye una lucha cotidiana no de cada noviembre, también es importante que celebremos los logros alcanzados fruto de las luchas del movimiento feminista y de mujeres a nivel nacional e internacional, y que conservemos la esperanza en la posibilidad de los cambios y las transformaciones.

Por ello consideramos los esfuerzos que buscan que todas las personas, mujeres y hombres, se involucren en el combate a este flagelo. Entre ellos la campaña "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres", del Secretario General de las Naciones Unidas, emprendidas desde 2008 en todo el mundo, con el objetivo de poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas. Este año tiene como lema el "Yo me uno para poner fin a la violencia contra la mujer" y en su marco se desarrollan actividades para que guatemaltecos y guatemaltecas participemos de esa lucha.

Asimismo, la campaña "Rompe el ciclo" a la cual se han sumado organizaciones de la sociedad civil, empresas, medios de comunicación, entre otros. La misma se impulsa para romper el concepto que la violencia en casa es "natural", "aceptable" o "privada" y visibilizar la responsabilidad que cada persona tenemos para determinar la forma de relacionarnos.

Consideramos que estas y otras iniciativas hay que realizarlas de manera permanente para que tengan un impacto sostenido en el largo plazo, y contribuyan con las transformaciones reales en nuestra sociedad.

Reafirmamos nuestro compromiso y hacemos llamado

La AMEF reafirma su compromiso en la lucha cotidiana frente a la violencia contra las mujeres, la defensa del marco jurídico vigente, así como con el empoderamiento de la población femenina en todas sus dimensiones, la construcción de nuevas relaciones entre mujeres y hombres, para una mejor humanidad y vida en armonía. Asimismo, hacemos un llamado:

A las autoridades e instituciones estatales, a quienes exigimos que cumplan con su función de proteger la vida e integridad de las mujeres, que apliquen la ley, efectúen campañas de prevención y educación para la sociedad en general.

A las instituciones encargadas de la administración de justicia, para que investiguen y sancionen a los responsables de hechos de violencia contra las guatemaltecas.

A las mujeres y familiares de mujeres afectadas por este tipo de agresión, a que denuncien a quienes les agreden y busquen orientación y apoyo.

A las guatemaltecas y guatemaltecos en general, a quienes instamos a que se informen al respecto, a abstenerse de reproducir violencia, a sumarse a iniciativas de lucha contra los distintos tipos de violencia y a contribuir a fortalecer las redes de apoyo hacia quienes la padecen. También a que participen en las diversas actividades que se realizan en el marco del 25 de noviembre.

LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NO ES NATURAL

EL FEMICIDIO ES SU MÁXIMA EXPRESIÓN Y SON CRÍMENES 
QUE HAY QUE DENUNCIAR

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS

EXIGIMOS EL COMBATE A LA IMPUNIDAD Y EL PLENO CUMPLIMIENTO 
DE NUESTROS DERECHOS

Asociación de Mujeres para Estudios Feministas 
(AMEF)

Guatemala, noviembre de 2011

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